Enredados fragmentos de canciones en un disco sumamente contagioso y maravillosamente destartalado.
El hecho de que carezca del atractivo general de los artistas más ortodoxos de la música independiente también deja espacio para la rareza y la experimentación que hacen de Ships una escucha tan fascinante, y de hecho, un punto de inflexión en el desarrollo artístico de Smith. Es el tipo de álbum que podría pasar el resto de su carrera intentando superar, y en el tema final, encantadoramente titulado "Five Stars and Two Thumbs Up", parece reconocerlo. Con asombro absoluto, entre el choque y el tintineo de platillos y triángulos, flautas mariposa, rasgueos frenéticos de guitarra, armonías ascendentes de ocho voces y cambios de tonalidad inesperados, el mensaje eufórico se reitera: ¡Gracias!