No deja de ser extraño que una persona que lo único que hizo durante los primeros veinte años de su vida (a mucha honra) fue jugar al fútbol y ver El Chavo del 8 se haya vuelto escritor; y no deja de ser raro, incluso muy raro, "volverse" escritor. ¿Qué significa volverse escritor? ¿Cuándo se vuelve uno escritor? ¿Cuando cursa una maestría en creación literaria?
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Luego de completar sus estudios de Maestría en los Estados Unidos y ante la imposibilidad de conseguir un trabajo, y porque lo único que quiere hacer todo el día es jugar Play Station, Enrique Márquez Pino, un bogotano de clase media, se ve forzado a regresar a su país, donde debe vivir con su padre. Enrique cree que nada es inalcanzable para un joven inteligente y trabajador.
La ternura y el misterio en las criaturas de cada uno de estos cuentos, genera un halo inmersivo en una escritura autobiográfica que plantea la adaptación humana en lugares equivocados.
Una colaboración entre Powerpaola y Carolina Sanín para crear una re conexión con la lectura y narrar los sentidos del nacimiento de Jesús.
Una conmovedora novela sobre una mujer y un niño, que nos replantea el significado del "pertenecer".
Cada programa que se ve en la pantalla, en una habitación, mete en la habitación un ambiente, unos aires, una coloración. La televisión no solo es una ventana a través de la que se ve otro lugar, ni es solo una aparición; a través de ella también entra otro lugar de la casa. La televisión sale de sí misma hacia la habitación.
Una obra que construida al rededor de los celos y por ende, la desconfianza.
El sufrimiento, los celos, los reproches, las traiciones, el hastío, la melancolía incurable, la fugacidad del tiempo hacen parte de estos bellos sonetos de amor.
La tragedia de un príncipe, que ante la fatalidad de las circunstancias explora la venganza, la traición, la muerte, el dolor y el amor.
Una recopilación de los versos más celebres de Shakespeare, llenos de humanidad, muerte, amor y atemporalidad.
«Todo el mundo debería leer la obra Julio César de Shakespeare, al menos, una vez en la vida». -Santiago Posteguillo