Icónico álbum britanico que mezcló el éxtasis de la escena rave en europa con el humor del rap de los 90's.
Catálogo
Un símbolo juvenil. Un poderoso y nostalgico álbum con baladas fugaces y colaboraciones de ensueño.
En el año 1988, los británicos padres del Heavy crearían una de sus obras cumbre. Melódica y prog por igual.
Fred Gibson será recordado por congelar estos momentos rarísimos. Configurando música de baile detallista.
Algo que vino con la pandemia y no se ha ido. En alta probabilidad, lo mejor de aquel rarísimo periodo.
Más que su portada: Un disco ambicioso que orienta la experimentación hacia estilos poco explorados por Bowie.
Están tratando de comunicarse con la generación adolescente y post-adolescente concienciada con la salud mental.
Sacudieron el panorama musical en un momento en el que la escena norteamericana rogaba por algo nuevo.
La primera grabación del que sería uno de los quintetos más fundamentales para el desarrollo del género.
Jazz de vanguardia vehiculizado por una suite vocal-instrumental. En pro del Movimiento por los Derechos Civiles.
Imprescindible. Con una intensidad constante y melodías pegadizas se convierte en el mejor de los de Sheffield.
Una maniobra con la que reafirma su envidiable nivel creativo, creando un público cada día más fiel a su música.
Presentó una mezcla única de estilos musicales, que incluyen soul, funk y Rn'B, y definió el sonido de una época.
Jazz y electrónica, se centra en la relación simbiótica del ensamble electroacústico y las muestras de improvisación.
Magnánimo álbum de hip-hop fusión que funciona como diatriba para todo lo que nos es impuesto en la vida.
De los trabajos más hermosos y completos de la década de los 90’s, con una madurez y una pasión musical enorme.
El primer LP de la Hendrix fue un éxito a ambos lados del Atlántico, y revoluciono la manera de interpretar la guitarra.
El único disco editado mientras Ian Curtis aún vivía, es un tótem para los seguidores del lado más oscuro del rock.
Una invitación a hablar de lo supremo y lo terrenal. Un tránsito de los espacios comunes físicos de cualquier persona.
Pop futurista, letras audaces y sonido adictivo en su álbum más arriesgado y eventualmente su joya comercial.
Melancolía dream-pop con guitarras brillantes y emociones puras: un soudtrack para volar entre recuerdos y sueños.
Una colección de baladas cálida y equilibrada, este es el álbum donde James Blake nunca ha sonado tan seguro.