Libro nominado a la lista seleccionada de los White Ravens de la literatura juvenil en Munich, Alemania.

Este libro sin texto explora la infinidad espacial de un mundo en donde los artefactos individuales repuntan hacia el encuentro de una presunta civilización perdida.

En la historia sólo veremos a dos personajes equipados con radares: uno procedente del espacio exterior y el otro desde las profundidades oceánicas. De manera incierta ambos son sobrevivientes, o quizá los pioneros de una expedición riesgosa en donde ninguno habla el idioma del otro por lo que,  su única forma de comunicación, será mediante imágenes dibujadas.

Ambos personajes inician su viaje simultáneamente desde la primera y la última página del libro, en donde la primera mitad fue ilustrada por Daniele Castellano y la segunda por Bruno Zocca.